Nunca antes se había hablado o escuchado tanto el término “teletrabajo” como en estos días de Estado de Emergencia, pues esta vez no es una opción, ya que por el coronavirus (COVID-19) se impuso el teletrabajo de forma obligatoria para muchos trabajadores. Sin embargo; esta modalidad de trabajo tiene sus inicios en Perú desde junio del 2013 cuando el Gobierno peruano aprobó la ley Nº30036, que regula el trabajo, pero no fue hasta diciembre del 2015 que se emitió un reglamento correspondiente a esta ley, el cual permitía que las empresas pudieran implementar su “oficina en el hogar”, pero lamentablemente no tuvo mucho éxito y fueron pocas las entidades que pusieron en marcha esta nueva manera de trabajar.
El teletrabajo consiste en prestar servicios laborales a distancia, no siendo necesaria la presencia física del trabajador en las instalaciones de la empresa. Para ser esto posible, es necesario el uso de herramientas tecnológicas de la información y comunicación (TIC). Vale decir que el éxito de esta forma de trabajo dependerá tanto de las aplicaciones tecnológicas y el uso del Internet como también, del compromiso y responsabilidad del teletrabajador para desempeñarse adecuadamente como si estuviera físicamente en su centro de trabajo.
El teletrabajo antes del COVID-19
Según un estudio de Mercer Perú, hasta el 2018 menos del 22% de las empresas implementaron o hicieron pruebas con sus trabajadores para teletrabajar. Si bien es cierto que Perú es cuna de emprendedores y gozamos de una buena reputación a nivel latinoamericano, también es cierto que somos muy reacios a los cambios, pues esto involucra directamente cambios de mindset para lograr una transformación digital adecuada que nos permita aceptar y adaptarnos al uso constante de las nuevas tecnologías y formas de trabajo.
Adicionalmente, había un factor clave que no aportaba en las empresas a optar por esta modalidad laboral y desmotivaba su implementación, pues la ley era muy restrictiva ya que exigía muchos acuerdos entre el empleador y el empleado como la entrega obligatoria de equipos y conexión a Internet al teletrabajador, así como la visita al espacio físico donde se desarrollaría el trabajo remoto.
El Teletrabajo durante el COVID-19
Como no era de esperarse, la llegada del COVID-19 al Perú, hizo que el Gobierno tome acción inmediata y decrete el aislamiento social obligatorio a nivel nacional, para poder evitar la propagación desmedida del virus. Esto conllevo a que se apruebe un nuevo decreto supremo de urgencia que facilite a las empresas y a sus trabajadores a teletrabajar con un simple acuerdo entre ambos, manteniendo así el contrato laboral vigente.
Por otro lado, la cuarentena obligatoria tomó a la gran mayoría de empresas peruanas por sorpresa, y es que algunas se encontraban en todo el proceso de implementación de su transformación digital, mientras que otras no habían considerado esta modalidad como una forma de trabajo.
Otro punto crítico que no estaba previsto es la saturación de la red, dado que la mayoría de personas están trabajando desde casa, logrando así que los operadores peruanos más grandes de este servicio comuniquen su preocupación al Gobierno para que ellos concienticen a la población del uso responsable del Internet, para evitar el colapso de las redes. Sin embargo, es importante mencionar que no todas las empresas de telecomunicaciones se vieron afectadas, por ejemplo WIN ha mantenido la misma velocidad de conexión en todos los hogares que ya cuentan con sus servicios, esto debido a su infraestructura tecnológica 100% de Fibra óptica que solo ofrece velocidad simétrica sin interrupciones.
El Teletrabajo después del COVID-19
Definitivamente,lo que estamos viviendo marcará un antes y un después en nuestro estilo de vida, por lo que el teletrabajo se volverá una modalidad común e indispensable.
Así mismo, las empresas y usuarios están implementando capacitaciones que enseñen a usar las mejores herramientas para ser incluso más productivos desde nuestro nuevo lugar remoto de trabajo. Definitivamente, el enfoque laboral cambiará completamente donde el objetivo principal será la evolución de la transformación digital en el mindset de las organizaciones y personas, siendo las habilidades blandas el punto de partida a que toda esta nueva era de trabajo se realice con éxito. Dicho esto, la actitud marcará nuestra disposición por aprender nuevas tecnologías y adaptarnos fácilmente a los cambios que vengan, así como cumplir con nuestras actividades laborales sin supervisión física donde existirá flexibilidad en el horario de trabajo, dejando atrás las horas fijas laborales, ya que esta modalidad consistirá en el cumplimiento de objetivos.
Finalmente, debido a la creciente demanda de teletrabajadores, la calidad de un buen servicio de Internet es un requisito indispensable para el cumplimiento de todas las actividades remotas que se tengan que realizar en el día a día. Si deseas estar preparado para esta nueva era, podrias optar por cualquiera de los planes hogar de Internet simétrico de Win, que además, garantiza la velocidad contratada.
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