Las computadoras personales, si se tratan con cuidado, pueden funcionar durante muchos años. Sin embargo, todos los días salen nuevas actualizaciones que pueden repercutir negativamente en el rendimiento del equipo. Estas actualizaciones hacen que las aplicaciones sean más seguros y puedan realizar mejor sus tareas, pero estas mejora requieren cada vez más consumo de recursos de memoria, disco, procesador, Internet, etc. lo que ocasiona que poco a poco nuestra computadora se haga más lenta.
Una computadora lenta puede causar que que navegar por Internet se haga una tarea difícil aún teniendo una conexión super veloz. Esto se debe a que programas como el Google Chrome por ejemplo, consumen cada vez más memoria, ocasionando lentitud en la computadora.
Existen algunas razones puntuales para que esto ocurra, las más comunes son;
- Poca memoria RAM.
- Procesador de vieja generación.
- Sobrecalentamiento del equipo.
- Tarjeta de video obsoleta.
- Disco duro con errores o poca capacidad de almacenamiento.
- Sistema Operativo descontinuado.
- Incompatibilidad de los componentes de la computadora con el software actual.
Si estás experimentando problemas con el funcionamiento de tu equipo, de seguro te has preguntado muchas veces si estos se solucionarían con simplemente repotenciar tu computadora o si debes sustituirla por una nueva.
Desafortunadamente, no existe una respuesta definitiva, debido a que cada caso es completamente diferente. Por una parte, actualizar una computadora involucra el cambio de uno o más componentes sin que esto signifique un cambio completo del equipo, por ejemplo, añadir más unidades de memoria RAM o cambiar el disco duro, o inclusive sustituir la tarjeta de video.
Por su parte, cuando se habla de cambiar el equipo, se habla de sustituir prácticamente todos los componentes, al menos a nivel básico, para que se adapten a las necesidades y exigencias tecnológicas de la vida moderna.
Pero, ¿Cuándo debes escoger uno u otro camino? Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber antes de tomar una decisión al respecto.
¿Cuándo es necesario cambiar o repotenciar tu computadora?
Una de las principales razones para actualizar tu equipo, es cuando su rendimiento es insuficiente, y aunque este es un concepto del todo subjetivo, existen algunos indicadores universales que puedes tomar en cuenta, por ejemplo:
- Tu tarjeta gráfica no soporta los programas o juegos más avanzados, o compraste una nueva tarjeta gráfica pero tu fuente de poder no tiene la potencia para hacerla funcionar adecuadamente.
- Los tiempos de inicio de Windows o de cualquier programa son elevados.
- Los programas frecuentemente se cierran automáticamente al dejar de funcionar, especialmente los más actuales.
- La computadora se congela al realizar cualquier tipo de acción.
- A pesar de que tengas una conexión a Internet de Fibra Óptica de alta velocidad, los tiempos de carga de cualquier página o de cualquier acción en línea se llevan mucho más tiempo del que debería.
- El sistema ha enviado avisos de falta de espacio en el disco duro o indica que no se pueden realizar ciertas acciones por falta de espacio de almacenamiento.
- Algunos archivos se han corrompido y no se puede acceder a los mismos.
- La computadora se reinicia constantemente luego de experimentar algún fallo.
Muchos de estos problemas pueden ser solucionados cambiando alguno de los componentes por otros más modernos, por ejemplo, una nueva fuente de poder más potente, un nuevo sistema de ventilación o enfriamiento, un procesador más potente, o un disco duro y memoria RAM de mayor capacidad.
En otros casos, simplemente no es posible realizar cambios de algunos pocos componentes debido a diversos factores, por lo que sería necesario realizar un cambio de equipo por completo.
Pero antes de que empieces a comprar componentes al azar o, incluso, una nueva computadora, debes saber cuál es el que debes sustituir o actualizar para solucionar tu problema:
Rendimiento en juegos:
Si se experimenta un lag considerable en los juegos, es muy probable que debas cambiar tu tarjeta de video por una más moderna. Este cambio te va a ofrecer una mejora bastante importante en el rendimiento al momento de jugar, siempre y cuando el resto de los componentes también sean actuales.
Es decir, si tu procesador tiene 5 años de antigüedad y tienes unos 4 GB de memoria RAM, es poco probable que te pueda correr juegos como, por ejemplo, Rust, aunque tu tarjeta de vídeo sea de última generación.
Si en tu caso, es posible actualizar el procesador y la memoria RAM, esto debería permitirte mejorar en el rendimiento de tus juegos, para que puedas seguir disfrutando de horas de diversión. En caso contrario, resultaría necesario comprar un nuevo equipo.
En el caso de que uses una computadora portátil para jugar, tienes más limitado el campo de los componentes que puedes actualizar, incluyendo la tarjeta de vídeo, por lo que en este caso sería necesario cambiar tu laptop por una más actual.
No puedes ejecutar aplicaciones específicas:
Este problema es un poco más grave que el anterior, ya que no está relacionado directamente a un problema de rendimiento, sino que no se pueden ejecutar ciertas aplicaciones sin problemas. Cuando esto ocurre es necesario evaluar cuales componentes se necesitan reemplazar y si esto sería una solución viable.
Es decir, si haces una repotenciación parcial de acuerdo a esta necesidad, por ejemplo, sólo añadir más memoria RAM sin evaluar la actualización del procesador o del disco duro, estas aplicaciones podrían ejecutarse pero posiblemente de forma deficiente, es decir, con lag o congelándose constantemente.
Usualmente estos problemas se solucionan sustituyendo el procesador y la tarjeta gráfica, junto a la memoria RAM (en caso de que se tenga espacio en el disco duro y este no tenga errores). Sin embargo, si son demasiadas piezas las que deben ser sustituidas para poder repotenciar tu computadora, es mucho más sencillo al largo plazo simplemente sustituir el equipo por uno nuevo.
Problemas de compatibilidad de Hardware y precios elevados:
Ya decidiste que deseas cambiar la tarjeta gráfica, y añadirle un procesador más potente, pero entonces tu fuente de poder se apaga constantemente o simplemente no inicia la computadora por la falta de capacidad que tiene.
También puede ocurrir que los procesadores más modernos no son compatibles con tu tarjeta madre, o que tampoco tenga capacidad para añadir más memoria RAM sin sobrecargarla. Y si el problema es el sobrecalentamiento, tal vez tu torre de computadora o la motherboard no tengan espacio para colocar ventiladores más grandes sin que ocupen el espacio de otras piezas.
La lista de ejemplos podría seguir, pero la idea en general es que en todos estos casos, repotenciar tu computadora podría ser un problema, por lo que la solución más sensata sería la de simplemente comprar un equipo nuevo con los requerimientos físicos y tecnológicos que requieres.
Otro problema frecuente, en equipos más viejos, es que las piezas o componentes que requieren para ser actualizados suelen ser más costosos debido a que suelen estar descontinuados. En este caso es una inversión que no vale la pena, no sólo por los precios elevados sino porque los nuevos componentes también se quedarán cortos ante las necesidades que se desean cubrir.
Problemas de compatibilidad de Software:
Los equipos viejos suelen tener sistemas operativos que ya se encuentran en desuso o descontinuados, por ejemplo, Windows XP, vista o 7. La mayoría de los programas actuales, incluyendo los navegadores web, ya no son compatibles con estos sistemas, lo que trae una serie de problemas al usuario, incluyendo deficiencia en el rendimiento y la incapacidad para ejecutar adecuadamente ciertos programas.
Aunque la solución evidente podría parecer actualizar este sistema a uno más actual, como Windows 10, este podría no ser compatible con el hardware, o exigir más recursos de los que el sistema posee, lo que va a empeorar la situación.
Si no se desea o puede cambiar la computadora por una más actual, siempre existen alternativas a Windows que se pueden utilizar para mejorar el rendimiento de la computadora sin cambiar el hardware.
La mayoría de estas alternativas se centran en Linux, y pueden mejorar notablemente el rendimiento de la computadora por un tiempo más.
¿Actualizar o cambiar la computadora?
Evalúa qué partes de la computadora son demasiado obsoletas y busca las alternativas.
- Si por ejemplo tienes un adaptador de Wi-Fi o una tarjeta de red de menor velocidad que tu Internet, puedes comprar un adaptador USB para aprovechar mejor tu conexión a Internet.
- Si tu equipo tiene ranuras disponibles para añadir más memoria, considera aumentar hasta donde sea posible.
- Los discos SSD son bastante rápidos mucho más que un disco duro convencional, aunque ya tengas uno, ten en cuenta que cada vez salen modelos más rápidos y con más capacidad.
Actualmente los cambios de piezas son sencillos. Pero si no estas seguro con es mejor solicitar un técnico.
Si aún así sientes que no es suficiente mejor considera cambiar por un equipo más nuevo o puedes cambiar el sistema operativo por linux (ten en cuenta que es otro sistema por lo que tendrás que aprender a usarlo).
En todo caso, esta decisión dependerá del tipo de uso que le des a tu computadora y de las exigencias que tienen tus acciones con sus capacidades, pero si evalúas todas tus opciones de una manera objetiva, de seguro encontrarás cuál es el mejor camino para ti.
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